sábado, 12 de febrero de 2011

Escuchando de nuevo Tu llamado Señor.

Padre Santo, ¡Bendito y alabado seas por siempre! ¡Gracias porque te dignas amarme a pesar de mis miserias y mis pecados.
Porque me conoces bien y sabes que soy una mujer llena de errores, debilidades y pecados, con un alma sucia que te necesita, te añora, y te busca impacientemente. Un día por tu gracia y tu amor abriste mis ojos y me develaste tu Infinito Amor ¡Bendito Seas! Porque te dignaste mirarme y tomarme entre tus Santas Manos, llenaste de gozo mi corazón y me hiciste sentir Tu Divina Presencia sin merecerlo. Inflamaste mi alma con Tu Divino Espíritu y la reviviste, recatándome de la perdición. Desde entonces sólo me has dado Luz, Amor, Paz a mi alma. ¡Gracias Señor!
Me purificaste en el crisol, me fortaleciste en Tu Amor. Quise alejarme temerosa e indigna, no quería sufrir. Perdóname Señor por no poder soportarlo y no saber entender que con ese dolor que invadías mi vida, fortalecías mi alma. Perfeccionabas mi espíritu, mis ojos ciegos no podían ver tu Gracia.
Y Tu Amoroso Padre, tiernamente dejaste que descansara y tomara ese respiro que yo solicitaba. ¿Cómo es posible que Tu Mi Dios, hicieras caso de mis súplicas? Si Tu sabiamente sabías que había urgencia de prepararme para los tiempos que se venían. Pero te compadeciste de mí y me dejaste descansar por un tiempo, el suficiente. Y sutilmente me llamabas de nuevo, como un Niño, te acercabas a mí y susurrabas a mi alma ¿Ya estas lista? ¡Señor! No hay palabras que describan mi agradecimiento, no hay corazón que devuelva tanta comprensión, tanto amor, tanto, tanto, tanto.
Me tomaste delicadamente entre Tus Benditas Manos, en cuanto me rendí a Tu Amor y Tu Misericordia. Perdonaste mis faltas, mis rebeldías y mi terrible carácter. Me enseñaste tu Divina Voluntad y me invitaste a rendirme a ella. Guiaste mi mente y mi espíritu, iluminaste mi camino y me tomaste del hombro ilustrándome en las artes que tenía que aprender para sortear estos tiempos que se avecinaban.
¡Bendito Seas Padre Amoroso por tan infinito amor que sientes por esta humilde sierva tuya, que algún día prometió ser la mejor de tus guerreras en el Ejercito Militante, dirigido por Santa María como Capitana Celestial nuestra!
19/Dic/2010

No hay comentarios:

Publicar un comentario