viernes, 4 de febrero de 2011

EL ABORTO NO ES LA SOLUCIÓN

¿Vas a ser mamá?


Hoy como hace dos mil años, Herodes desencadena su odio, y mata a los inocentes… antes en los brazos de sus madres, hoy en el vientre de las mismas. Antes lloraban amargamente la pérdida de sus pequeños, hoy no nada más matan a sus primogénitos, sino al segundo y al tercero, porque ya no lo ven como su hijo sino le quieren hacer creer que es un “cúmulo de células”, un “producto” indeseado e inesperado, del cual puede deshacerse.
¡Basta!
¡DEJEN A MIS NIÑOS NACER!
¡B A S T A!
¡La sangre de mis pequeños clama al Cielo!
No dejes que te engañen… no te deshagas de ese hijo que he depositado en tu vientre, que será la salvación de tu alma. No dejes que te convenzan. Ese hijo te lo envío porque será tu orgullo, será quien te haga sonreír, quien te apoye siempre, esa hija será tu compañera en tus años de vejez, será tu guía cuando quedes ciega, será tu sostén cuando tu memoria decline. ¿No lo entiendes? Te amo mucho y por eso te envío un ángel que te cuide… y ese ángel será también muy amado por Mi.
Cometiste un error… si bien es cierto… y de ese error hay un bebé en tu vientre. No temas, es un ser indefenso, no te dañará la vida. Por el contrario, la enriquecerá con sus sonrisas, con sus logros, con su primer “mamá”. Será tu compañía al amanecer y tu alegría al verle dormir por las noches. Será pequeño y regordete, y sus ojos te mirarán con inmenso amor, con todo ese amor que has buscado y no lo encuentras. Y con sus brazos te rodeará el cuello, y te dará todos esos besos que has buscado y nadie te da.
No cometas más errores, no dañes tu cuerpo y tu alma para siempre. No condenes tu espíritu. Es tiempo y momento de sanarlo y salvarlo.
Busca alguien… siempre hay alguien bueno, que te puede ayudar. Confía… Dios siempre estará contigo y no te abandonará. Sólo tienes que depositar tu vida y toda tu confianza en Dios. Él te dará los elementos necesarios y saldrás adelante. Ten Fe.
Ama a tu bebé que estas gestando… Amate a ti misma y verás los resultados instantáneos y los felices cambios en tu vida.
Por favor… no vayas a una clínica. 
Dios bendiga cada momento de tu vida, y a tu pequeño también.

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