31 Enero 2008
Esther:
¿Cómo es posible, Señor, que estés al mismo tiempo en el corazón de cada uno de nosotros?
Jesús:
Por Amor.
Quiero decirte cuánto te quiero.
Siempre estoy contigo.
No me canso de ti.
¿Tú te cansas de Mí?
Esther:
No, Jesús.
Pero a veces no sé ya qué decirte.
Creo que te lo he dicho todo.
Te he dado gracias, te he alabado, te he rogado por mis necesidades…
Jesús:
Todo lo guardo en Mi corazón.
Yo soy paciente y espero mirándote.
Esther:
¿Y no te aburres de mirarme todo el día, Jesús?
Jesús:
¿Se cansa el AMOR de amar?
Esther:
No, Jesús.
Pero reconozco que yo, al no verte, no tengo esa capacidad de unión y de estar siempre en Ti.
Jesús:
Yo sí.
Esther:
¿Y cómo será entonces nuestra unión en la eternidad?
Jesús:
Será una eterna fiesta de amor.
El gozo no acabará jamás.
Tengo todo preparado…
¡Con tanto amor!
Es como una sorpresa reservada de Mi amor.
Habrá muchos ángeles que te servirán.
No habrá más dolor ni más llanto.
Yo seré tu consolador eterno.
No habrá lágrimas.
Todo tendrá su plenitud.
Plenitud el amor.
Plenitud la esperanza.
Plenitud la paciencia.
Todo aquello que aquí en la tierra tanto te costó, existirá en el cielo en perfección.
Tú también serás perfecta, Esther.
Llegarás a tu máxima y eterna perfección.
Y Yo te amaré.
Pero has de saber que aquí en la tierra, aún en tu imperfección y lucha, Yo te amo igual que te amaré en tu eterna perfección.
No pienses que Yo amo a Mis hijos cuando llegan a ser perfectos, sino que los amo en su pequeñez y les regalo la perfección.
La perfección es para vuestro gozo porque el Mío es pleno tal y como sois en cada momento.
Mi amor os abarca en Mi corazón en cualquier momento desde que nacéis.
Os miro con amor eterno.
Tanto es Mi amor que me he hecho como vosotros para poder besaros.
Y Mi beso es igualmente verdadero en pecado y en gracia.
Es difícil comprender esto.
Esther:
A veces pienso que me querrás más si soy más buena.
Jesús:
El que seas más buena es para tu gozo.
El Mío es pleno con tu existencia.
Si eres “buena”, como tú dices, eres mucho más feliz y Yo gozo con tu felicidad.
Pero no te amo menos cuando caes o cuando pecas.
He venido por los pecadores porque sé lo felices que serán si se convierten y entran en el camino recto.
He venido a por el triste para darle alegría.
A por el débil para darle fortaleza.
A por el mentiroso para enseñarle el gozo de la verdad.
Al vacilante para darle la certeza.
Al dudoso para darle la fe.
Al enfermo para sanarlo de sus dolencias.
Al que se siente solo para llenarlo con la plenitud del amor verdadero.
Al asustado para darle valentía.
Al acomplejado para que se sienta tal y como Yo lo veo de bello.
Sólo he venido y deseo DAR.
¡Qué equivocados los que Me temen porque pien-san que vengo a quitar!
¡Si Yo lo tengo todo!
¿No lo comprendéis?
Tengo tanto y en tal grado de perfección que deseo dároslo.
Por favor, creed en Mí.
Abrid el corazón para que os colme de Mis bienes que son la única y auténtica felicidad.
Si todos los corazones de Mis hijos se abrieran en este momento, derramaría una lluvia de dones que cambiaría el mundo.
Pero es necesario abrirse a Mi providencia.
No puedo obligar a nadie a aceptar un regalo.
Soy todo bondad.
Soy todo generosidad.
Lo Mío es vuestro.
Cogedlo, es para vosotros.
Si os sentís solos, coged Mi compañía.
Si os sentís defraudados, coged Mi honestidad.
Si os sentís tristes, coged Mi exultante alegría.
Venid y coged todo lo que ansiáis.
Está esperándoos la felicidad.
Yo soy feliz dando y os lo pongo en Mis manos.
Es poco lo que tenéis que hacer, sólo un acto de fe y coger lo que deseéis.
Así de fácil.
Cuando uno de vosotros ha tenido la osadía de creer y coger algo de Mí, no encuentra comparación ni dicha en otra cosa…
¿Verdad?
Corred, gritad a todos los que sufren, que estoy car-gado de bendiciones sólo para vosotros.
Creed en Mí.
Os lo ruego.
Nada tenéis que perder.
Creed profundamente en Mí.
Mi gozo es dar.
Mi gozo es serviros.
Mi gozo es que os dejéis amar.
Seguiré siempre con vosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario