¡Que lejos
de Ti estamos Señor!
Vivimos
negando el alimento a nuestras almas; buscando en lo material, llenar nuestras
ansias de amor, que la anemia de nuestra alma nos provoca.
¡Que lejos de Ti estamos Señor!
Y
pretendemos llenar los huecos del espíritu, con disfraces de Carnaval, con
fiestas con ruido. Y nos alejamos del vello silencio que Tu nos transmites en
Tu Casa.
¡Que lejos de Ti estamos Señor!
Cuando nos
negamos escuchar Tu Palabra y preferimos escuchar las voces sin sentido, los
gritos desesperados, del mundo, que no nos llevan mas que al vacío, que no nos
nutren, que nos trastornan.
¡Que lejos de Ti estamos Señor!
Cuando
viendo las indicaciones del Camino, preferimos seguir en sentido contrario,
buscando amores terrenos y encontrando tan sólo vacíos. Cuando Tu, Amor Eterno,
esperas que abramos el corazón, para llenarlo de Infinito Amor.
¡Danos Señor
la Luz, porque vivimos en voluntaria oscuridad, desviando nuestra alma de Tu
Divino Querer!
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