domingo, 25 de diciembre de 2011

¡Alabado sea nuestro Señor!



¡Gracias Dios, te amo!
Porque sabes ver en cada uno de nosotros nuestro potencial de mejorar, ¡Bendita sea tu Divina confianza en tus creaturas imperfectas! porque no la pierdes y esperas a nuestra reacción a la santidad, y también gracias Señor por tu infinita paciencia. Gracias Señor por tu Infinito Amor.
Solo quiero pedirte el día de hoy por todos aquellos que no te conocen o que no te aman, que toques sus corazones, y les lleves Tu Infinito Amor, volcado en Jesús Niño, recién nacido, y que esa ternura inflame sus corazones y les transforme para que CREAN EN TI SEÑOR, y aprendan a amarte.
Señor que cada corazón sobre el planeta, se inflame en TU AMOR, se transforme en TU GRACIA, y sea bendecido por TU INFINITA MISERICORDIA.

¡Alabado sea nuestro Señor!
Oh mi Dios, disuélveme en Tu Santidad y muéstrame cómo vivir en santidad.
Disuélveme, Eterno, en Tu Pureza,
purificándome.
El Bienamado, santifícanos a Tus hijos
y unifícanos a todos en un Redil,
glorificándote y alabándote en torno
a un solo Tabernáculo.
Permite a Tu Santo Espíritu de Verdad
bajar hasta nosotros todos,
para mostrarnos la Verdad.
Que Tu Luz sea nuestra Guía
en esta oscuridad
y que ella nos conduzca a la Verdad,
reuniéndonos a todos bajo un solo pastor
hasta Tu Retorno.
Señor, ¡VEN!

No hay comentarios:

Publicar un comentario