Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra. Que intercedes por nosotros tus pobres hijos pecadores, que conoces bien nuestras debilidades. Señora Nuestra, que no nos abandonas nunca y nos ofreces Tu Inmaculado Corazón de Madre Amorosa.
Enséñanos a amar a Nuestro Padre Creador, dirige nuestras bocas para que no se cansen de hacer alabanzas y Glorias para Nuestro Dios Padre. Que no se cansen nuestras manos elevada al cielo para darle Gloria y amarle con todo nuestro cuerpo, con todo nuestro corazón, con nuestro espíritu entregado a Él.
Enséñanos Madre a saber comportarnos ante su Creación, que irradia Su Divina Presencia, a saber amarla y respetarla.
Te pido Señora que me protejas, al igual que a mi familia y seres amados, de todos los ataques del enemigo, no permitas Madre Mía, que seamos tocados por el mal. Líbranos Madre mía.
Aquí Señora, a los Pies de Jesucristo, ante El Sagrario, yo le alabo, le bendigo, le doy gracias por su Infinita Misericordia. Pongo en Sus Divinos Pies todas las necesidades del Mundo, todas aquellas almas que están perdidas en el camino, que encuentren Su Luz Divina que irradia Nuestro Espíritu Santo. Te pido por todas las almas de aquellos que en este preciso instante están partiendo a Casa del Padre, para que encuentren ante Dios y sean perdonadas sus almas. Te pido por todos aquellos que no te conocen, para que Tu Madre Mía, te hagas presente en sus vidas, y transformes sus hogares. Te pido en desagravio por todos los actos que se cometen en el mundo entero.
Señor Dios Padre Misericordioso, te amo, te alabo y te bendigo.
Santa María, madre nuestra, protégenos, guíanos, dirígenos para que cada acción nuestra sea agradable a los Ojos de Nuestro Padre Creador.
Sagrado Corazón de Jesús, que derramaste Tu Preciosísima Sangre, para la salvación de nuestras almas pecadoras, deposito mi vida, mis obras, mis trabajos en Ti.
En Ti confío.
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