martes, 25 de marzo de 2014

Celebración de La Anunciación del Arcángel San Gabriel a Nuestra Madre Santísima



En este día, 25 de marzo, en que celebramos la Anunciación del Arcángel San Gabriel a Nuestra Madre Santísima, presentamos el Himno Akathisto, de la tradición de la Iglesia Ortodoxa. Este Himno fue escrito por San Nectario. Akathisto significa “cantado de pie”.

Con este canto se honra a la Santísima Madre de Dios, durante cinco viernes para consolarla, por los dolores de Su Inmaculado Corazón, desde las palabras del Profeta Simeón hasta Su Sufrimiento viendo el Calvario de Su Santo Hijo, Dios y Salvador.

Tú eres un motivo de alegría para toda criatura,
para el coro de los ángeles y del género humano.
¡Oh llena de alegría! Templo Santo.
Paraíso espiritual. Gloria virginal.
Pues de Ti es de Quien Dios ha tomado Carne
y de Quien se hizo niño pequeño.
Aquél que, desde antes de los siglos, es nuestro Dios.
Así, pues, de Tus Entrañas Él ha hecho Un Trono
y ha vuelto Tu Seno más amplio que los cielos”.

Patriarca Germán de Constantinopla 715-729 AC

lunes, 24 de marzo de 2014

Libro "Verdadera Vida en Dios" - Los Profetas y la Profecía.

LOS PROFETAS Y LA PROFECÍA
12.02.2000 


-Desde Tu Palacio, Yahvé, mi Rey,
pero también mi Padre,
Tú me has regado hasta que mi tierra reseca
ha tenido todo lo que Tus Cielos tienen para ofrecer.

Tú utilizas los vientos como mensajeros,
y llamas ardientes como servidores,
para proclamar a toda raza
Tu Gloria y la grandeza de Tu Nombre.

¡Sí! Y seguiré recitando Tus maravillas,
una a una, mediante poesía,
pues me he propuesto hacerlo...

-Paz, Mi niña 1 . Todo lo que te he dado procede de la Santa Sabiduría. Este es el modo con que he trabajado siempre con Mis profetas. Yo hablé y ellos Me creyeron. Bañados constantemente en Mi Luz, ellos moran en Mi Voluntad. Conociendo su humana fragilidad, Mis Ojos, como madre que vigila su bebé, así vigilo Mis elegidos para guardarlos lejos de transgredir y caer en inclinaciones mundanas. Luego, en Mi gran benevolencia, pero también con deleite, les concedo favores especiales para prepararles a su tarea, una tarea que generalmente está más allá de la capacidad humana. Yo les concedo Mi protección, cobijándoles bajo Mis alas 2 ; y tú, a quién Yo he suscitado para una misión, y sobre quien he gravado Mi Santo Nombre, Yo te proveeré con todo lo necesario para que los leones y los dragones rujan de miedo, pues ellos sabrán que Yo Soy está contigo.

Mi Mano Todopoderosa no carece de medios de protección, para proteger Mi Santo Nombre gravado ahora sobre ti. Yo te tengo rodeada con Mis Brazos. Así como uno rodea su propiedad con una valla contra los intrusos, así te he rodeado Yo. ¿Quién se atreve venir ahora a enfrentarse Conmigo y retar Mi elección? El Prodigio Mismo se ha inclinado desde arriba para reavivar a esta generación moribunda, mostrando Mi Poder Soberano, pero también Mi misericordia, a través de Mi Obra Divina en ti... del modo más inefable. Yo he derramado Mi Sabiduría en tu oído, gota a gota, como mirra destilada, para abrirte a oír.

¡Ah
 3 , cuántos deleites he acumulado mientras llevaba a cabo este prodigio de prodigios! ¡Qué divino placer he obtenido de Mi benévolo acto de Misericordia al prever que la restauración estaba cercana, a la mano! Qué alegría y contento llenaba Mi Corazón mientras te estaba liberando de tu miseria y de la atadura del mal, atrayéndote, por el contrario, cerca de Mí, para convertirte en una niña que siempre estaría jugando Conmigo. Entonces, para que fijases tus ojos en Mi dignidad real, y conmemorases nuestros esponsales por siempre, Yo coloqué el beso más dulce en tus labios, para que glorificasen Mi Nombre, aumentando tu atención hacia Mi suprema dulzura, de modo que Yo pudiese oírte decir: "el Señor Dios me ha desposado, ha adornado Mi alma con Él Mismo. Oh, cuán agradable es para nuestro Señor cuando un alma es dócil y complaciente, pues Su impenetrable Sabiduría encontrará su camino en ella 4 y la arrastrará siempre completamente hacia Él."

Las Escrituras dicen: "dichoso el hombre a quién Tú eliges, a quien invitas a vivir en Tus cortes" (Salmo 65:4). Sí, dichoso él, pues Yo lleno a Mi elegido con las cosas buenas de Mi Casa, y estas cosas buenas son instrucciones santas que vienen de Mi Boca. Entonces, Yo adorno a Mi profeta con riquezas celestiales y con esplendor, que son las virtudes.

Yo quiero Mi templo santo y puro. Quiero Mi altar sin mancha y que brille como mil gemas. Yo convierto su lengua en una espada de dos filos para que salga y hable contra todo orgullo y arrogancia, contra todos los oradores altivos, contra toda soberbia humana, contra todo lo que es altamente considerado por los hombres, contra la injusticia y contra todo lo que contradice Mi Ley del Amor.

Yo Me complazco en Mi Lugar de Morada
 5 , pues Mi Espíritu reposa en él, en el que va a llevar Mi Palabra. Desposado con la Verdad, Mi profeta es enviado como Mi embajador real por toda vil esquina de esta tierra, para cantaros el himno: rectitud, gentileza, santidad, virtud, y recordaros a todos Mis Sendas, recordando a todo hombre de toda condición que:

- Unción del pobre de espíritu, Yo Soy.

- Garante de vuestro bienestar, Yo Soy.

- Luminosa Divinidad y Fuente del Amor Sublime, Yo Soy.

- Soberano y Novio de toda creación, Yo Soy.

- Restaurador y Lámpara de cuerpo y de alma, Yo Soy.

- Consolador del perseguido a causa de la justicia, Yo Soy.

- Bálsamo y Ungüento del enfermo y del moribundo, Yo Soy.

Y soy vuestro Señor y Dios, pero vuestro Amigo, vuestro Compañero y también vuestro Padre.

Yo, generación, estoy dándome incesantemente a vosotros, para perfeccionar vuestra imagen que habéis deformado y ensuciado tanto con vuestras malas acciones, vuestros pecados y vuestra obstinada resistencia a reconocerme como vuestro Padre. Y si estoy dándome sin cesar a vosotros es para elevaros por gracia, y para que mediante la gracia vuestra vista pueda ser restaurada para que vea las cosas invisibles que nunca se consumen. Esto es por lo que estoy suscitando profetas, por Mi buena Voluntad, por medio de una palabra de Mi Boca, para unirlos a Mi Corazón.

Yo, la Divinidad Luminosa, había previsto esta Gran Apostasía, mucho antes de vuestra creación. ¿No tengo derecho, pues, a suscitar profetas? Todo el cielo se regocija pues en Nuestra graciosa condescendencia Nosotros nos apiadamos de vuestra apatía. Yo he suscitado profetas para que reciban directamente, y en todos los tiempos, Mis llamadas celestiales, acompañadas de un flujo de gracias.  Yo comparto con ellos, en la proximidad de sus corazones, todas Mis Obras Divinas. Yo he estado y estoy respirando inspiraciones de Mi Corazón en sus corazones, para que ellos testifiquen fielmente. Y si Yo escandalizo a mucha gente orgullosa por medio de ellos, es porque sus
 6 caminos no son Mis caminos.

Por Mi celo por salvar esta generación, he suscitado profetas y los he desposado Conmigo. Yo les he enseñado cómo pasar su tiempo Conmigo, y a compartir sus vidas Conmigo, mientras están todavía en la tierra, según la gracia que les he dado.

En estos días estoy descendiendo junto con Mi Hijo y Mi Santo Espíritu, como tres Testigos. Yo Soy Espíritu
 7 , en tanto que envío Mi Espíritu Santo de Verdad (Jn 14:17) para que esté con vosotros por siempre y os conduzca a la Verdad completa. Pensad en Mi Misericordia y veneradMe.

La Palabra
 8 estaba Conmigo y existía desde el principio. Él, que es el más próximo a Mi Corazón, ha dado testimonio y ha hecho que Me conozcáis. Mi Palabra da testimonio sobre la tierra, como Yo y el Espíritu Santo damos testimonio. Mi Hijo, Jesucristo, que compró Su Iglesia con Su Propia Sangre, testifica con Su Sangre 9 y el Espíritu Santo que os conduce a la Verdad 10 completa testifica con Agua 11 , en todo somos tres Testigos y los tres estamos de acuerdo, pues somos un Único Dios, con una Voluntad, un Poder y un Dominio. Y tú puedes atribuir el Poder, la Santa Sabiduría y la Bondad Infinita a todos Nosotros tres.

El Amor Me mueve a concederos a algunos, generación, el espíritu de profecía, para que lleven a cabo lo que Yo les ordene hacer. Ellos son alimentados con bocados de miel
 12 y aceite 13 para proclamar Mi Nombre. Para mantenerlos fundados en la Verdad y en reflexión inteligente, Yo, he revocado, corregido y enseñado muchas veces, para que ellos se conviertan en unción para aquellos a los que hago volver a Mi Casa. Yo los he instruido con Santa Sabiduría, y la Sabiduría está constituida enteramente por el cumplimiento de la Ley.

Yo he enseñado a Mis profetas a contemplarme en Mi Santidad, dejándoles y dándoles acceso a Mi Nobleza para que se regocijen en Mi Presencia directa y gusten Mi dulzura. Por lo tanto, la única teología, y añadiría con firmeza, la única verdadera teología, es la de Mi contemplación, la de vuestro Dios, un anticipo de la Visión Beatífica. Esta es la verdadera y santa teología. No es el teólogo erudito, que cambia sus papeles con su teología, lo que le convierte en profeta para profetizar, sino aquellos a los que Yo Mismo ungí con la unción de Mi Amor, incrustándolos bien adentro de Mi Corazón, para que alcancen el interior Divino y las extraordinarias inspiraciones que yacen en Mi Corazón, para que las proclamen, como fuego, a Mi pueblo.

¡Ah, Vassula, y cuántas veces he escuchado desde la tierra un goteo de risas divertidas y arrogancia, acompañada por un completo resentimiento, y sordera también, cuando tú los corriges en Mi Nombre! Sí, los pecadores dejan la reprobación a un lado, encontrando toda suerte de excusas para hacer lo que quieren.

Yo Me manifiesto, del modo más inefable, a Mis profetas, sí, mientras que ellos todavía están en la tierra y son conscientes de esta gracia. Yo les pongo en orden Conmigo, adorno su desnudez Conmigo, y ellos lo saben, son conscientes de Mi Divina Presencia durante la contemplación.

Yo te he ungido para que extraigas de Mi Corazón todas las divinas inspiraciones que necesites, para que las des a Mi gente como una unción y como rocío refrescante de la mañana en una tierra reseca. Yo te he enseñado, también por gracia, a cómo interpretar Mis deseos. He dicho a través de esta Divina Revelación, pero también en Revelaciones anteriores, que Yo Mismo instruyo a Mis elegidos, y Me convierto en su director espiritual, con el fin de enseñarles el camino a seguir. Yo, por Mi parte, celebro Mi benevolencia por rescatar a los que amo, y ellos, a su vez, cantan de alegría los salmos de David a la sombra de Mis alas.


-Tú coronas a los que amas con Tu munificencia;
abundancia de gracias cubren sus cabezas.
Tu copa rebosa mientras la compartes.
Tú los inmortalizas con Tu Nombre.
Tú vistes sus almas con brocados de virtudes,
y Tu Corazón Real se enamora de su belleza.

-Sí, di a esta generación letárgica que Dios está aquí. Mis Obras son sublimes y los que han reconocido Mi Voz en estos mensajes son bendecidos. Aquellos que se deleitan en ellos hacen bien en fijar sus ojos en ellos, pues toda Obra que sale de Mi Mano Misericordiosa está llena de gloria y majestad. Yo le recuerdo a Mi gente que la profecía está viva, pues sale del Poder que Yo ejerzo, así pues ¿a qué viene la arrogancia de las naciones? ¿No habéis oído que Yo personalmente les pago tributo con Mi intervención directa?

¡Sí, realmente! Y les guardo cerca de Mi Corazón, como una madre guarda, como algo precioso, a su hijo contra su corazón, del mismo modo guardo Yo a Mis profetas cerca de Mi Corazón, y ¡ay! ¡ay del que se atreva extender su mano y trate de tocarlos sin Mi Autorización!

Sé feliz, Vassiliki, porque te permito entrar y salir, libremente, en Mis Cortes Celestiales. Que se regocije tu alma en Mi Misericordia. La Iglesia está languideciendo en su gran apostasía; una apostasía predicha pero mantenida en secreto. ¿Iba también Yo a guardar silencio?

Yo no guardaré silencio como quiere el demonio, no, sino que seguiré suscitando profetas para que anuncien y denuncien, para que brillen como una lámpara donde haya oscuridad. Yo les enseño a ser generosos y a gratificarme respondiendo copiosamente a Mi Llamada, mientras que los guardo en pensamiento y en contemplación en Mis Brazos enamorados. Yo lleno su boca con alabanza y su espíritu con alegría. Del mismo modo que la sangre corre por las venas de uno continuamente sin ningún sonido exterior, así te ha estado enseñando Mi Santo Espíritu, Vassula, de este modo tranquilo, con Sabiduría, para tu salvación y la de otros, y, si ha ocurrido que Yo te he amonestado de vez en cuando, ha sido para tu crecimiento espiritual y para tu propio progreso.

Desde toda la eternidad Yo había previsto esta apostasía, también en la Iglesia, pero también preví Mi Plan Salvífico en ti, donde Yo habría de descender desde Mi Trono y dirigirte, en divina poesía, Mi Tema de Amor y revelarte a ti, y, a través tuyo a otros, Mi intercesión amorosa por medio de Mi Infinita Misericordia.

Tú estabas vacía, generación, y Yo vine a llenarte, pero no eres feliz de que hasta este mismo día Yo te hable; estás resentida de Mis enseñanzas. Yo vine a curar tu apostasía, y los corazones contritos Me han oído. Yo he venido a resucitar a vuestros muertos para que Me conozcan a Mí como su Padre, por medio de Mi Espíritu Santo, y es sólo a través de Él que se puede obtener el Divino Conocimiento, que se descubre a los que hemos elegido, pues ellos tienen al Espíritu Santo Mismo como su Consejero y Educador. Por medio de Él, y no por conocimiento humano, se les
 14 da la gracia a su intelecto para que perciban al Dios Trino y para que hablen con Él. Ningún tipo hábil de inteligencia procedente del razonamiento humano les puede decir que no Me han conocido. Es como si tú les dijeses que están desnudos cuando ellos saben que están vestidos. Yo Mismo les he adornado Conmigo Mismo, pero el diablo cogió a lo mejor de los dignatarios de Mi Iglesia y te hicieron responsable de errores doctrinales, mientras que Mis repetidas inspiraciones para ti por medio del Espíritu Santo, les debía haber dejado claro, y deberían haber comprendido, que era una vehemente tentación del maligno, Satanás; celoso de todos los regalos que estoy derramando sobre esta mortecina generación para salvarla.

Celoso de ti, a quien he escogido, y que todavía gotea rocío celestial de Mis Cortes, donde has sido educada para ser enviada, como regalo precioso, a todas las naciones; enfurecido, ha jurado en su celotipia destruirte vomitando sobre ti su veneno para que parezcas detestable, deformada, peligrosa y fea. Pero tu Madre Bendita ha corrido a tu rescate y te ha cubierto con Su Manto. Por gracia te he levantado para que Me llames cuando lo desees; un regalo imperial único que raras veces he dado a Mis elegidos.
 15 

Pero Satanás, nuevamente en sus celos, llevó a muchos a ridiculizarte, mientras les llevaba a su lado. A pesar del buen fruto que he amasado para ofrecerles, incluso así, han continuado retándome, desconsiderando Mis frutos y Mi consejo
 16 en su rebeldía, y permanecen tan perversos y desleales como los hijos de sus antepasados, provocándome con sus altos lugares.

Después, hay algunos que creyeron que Yo hablaba, pero incluso a estos Satanás les dio un espíritu de letargo, una adaptación humana a Mis Prodigios, y con el tiempo este espíritu les hace perder interés en Mis Prodigios. Prodigios que son una fuente dadora de vida, y que les puede llevar a la Vida Eterna.

Tú debes haber oído la parábola del sembrador, "cuando uno oye la palabra del reino sin comprender, el malo viene y se lleva lo que fue sembrado en su corazón". Esta gente permanece inerte, estupefacta, sin comprender.

Después tienes los que se alzaron de júbilo al escuchar por medio de Mi mensajera el eco de Mi Voz, dando la bienvenida a Mi profeta con gran alegría, atronando otras ciudades, anunciando que la palabra del reino les está siendo dirigida de nuevo, libremente, y con poder; pero cuyo entusiasmo se desvanece rápidamente, porque en su corazón Mi Palabra había encontrado solamente pedazos de roca, y no hizo raíces en ellos. Con la primera persecución a causa de Mi palabra, o incluso un pequeño contratiempo en su camino, no pudieron perseverar; no, no son aquellos que, cuando la gente abusa de ellos y dice toda clase de maldades y calumnias contra ellos por Mi Nombre, permanecen firmes, pues aquellos no han tenido nunca un cimiento sólido. Ellos son los primeros en caer.

La Soberanía no ha sido comprendida y ha sido rechazada... y Mis embajadores
 17de paz lloran amargamente por sus corazones resecos. Satanás ha enviado, con tanta furia como ha podido, para destruir Mi regalo 18 a la humanidad, labradores para que se pongan a trabajar sobre tu espalda, Mi Vassula, haciendo surcos para romperte. Pero Mi Mano derecha hizo su yugo añicos.

1 Habla Yahvé.
2 Solamente es una expresión.
3 Dios parecía encantado cuando dijo "ah".
4 El alma.
5 "Lugar de Morada" es usado en lugar de la palabra "profeta".
6 La gente altiva.
7 Jn 4:24. San Pablo en 1Cor 15:45 también habla de Cristo como "Espíritu dador de vida". La descripción de "Espíritu" en el sentido bíblico no define la naturaleza de Dios, sino más bien describe Su actividad dadora de vida. Dios es Espíritu en tanto que Él da el Espíritu.
8 Jesucristo.
9 Con Su Sacrificio obtuvimos la Vida Eterna.
10 Jn 16:12-13: Jesús dice: "Todavía tengo muchas cosas que deciros pero sería demasiado para vosotros ahora; pero cuando venga el Espíritu de verdad, Él os conducirá a la Verdad completa..."" Es un error hablar de un final de la Revelación y tratarla como un depósito de frases. Dios está activo y vive, y continuará mostrándose a Sí Mismo por medio del Espíritu Santo; nunca dejará de hacerlo. Cuando uno dice en Latín "completo" significa que Cristo es la plena y completa revelación de Dios. Y no que Él dejará de revelarse a Sí Mismo a la humanidad. La Santa Biblia es el testimonio narrativo de Jesucristo. No es la última palabra de Dios.
11 Con el Bautismo.
12 Miel: representa Maná Celestial, la Palabra de Dios.
13 Aceite: representa el Nombre de Dios (Sg 1:3)
14 A los profetas.
15 Nuestro Señor, desde un principio me dijo que yo le podía llamar cuando lo quisiera y que Él siempre me respondería. Y así Él siempre me ha respondido cuando le he llamado.
16Uno los distingue por sus frutos.
17 Los profetas.
18 Dios se refiere a mí.

miércoles, 5 de marzo de 2014

Reflexión espiritual, Miércoles de Cenizas





Mensaje del Beato Juan Pablo II para la Cuaresma 2002

Nos disponemos a recorrer de nuevo el camino cuaresmal, que nos conducirá a las solemnes celebraciones del misterio central de la fe, el misterio de la pasión, muerte y resurrección de Cristo. [...] La Cuaresma... es como un retorno a las raíces de la fe, porque meditando sobre el don de gracia inconmensurable que es la Redención, nos damos cuenta de que todo ha sido dado por amorosa iniciativa divina. [...]

“¿Qué tienes – advierte san Pablo – que no lo hayas recibido?(1 Co 4, 7). Amar a los hermanos, dedicarse a ellos, es una exigencia que proviene de esta constatación. Cuanto mayor es la necesidad de los otros, más urgente es para el creyente la tarea de serviles. [...] Las palabras de Jesús son muy claras: “si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa vais a tener? ¿No hacen eso mismo también los publicanos?” (Mt 5, 46). El mundo valora las relaciones con los otros en función del interés y el provecho propio, dando lugar a una visión egocéntrica de la existencia, en la que demasiado a menudo no queda lugar para los pobres y los débiles. Por el contrario, toda persona, incluso la menos dotada, ha de ser acogida y amada por sí misma, más allá de sus cualidades y defectos. Más aún, cuanto mayor es la dificultad en que se encuentra, más ha de ser objeto de nuestro amor concreto. Éste es el amor del que la Iglesia da testimonio a través de innumerables instituciones, haciéndose cargo de enfermos, marginados, pobres y oprimidos. De este modo, los cristianos se convierten en apóstoles de esperanza y constructores de la civilización del amor. […]

¿Qué momento más oportuno que el tiempo de Cuaresma para dar este testimonio de gratuidad que tanto necesita el mundo? El mismo amor que Dios nos tiene lleva en sí mismo la llamada a darnos, por nuestra parte, gratuitamente a los otros... Que sea así para cada cristiano, en cualquier situación en que se encuentre. 


Pintura de J. Kirk Richards.


OBLIGA LA ABSTINENCIA TODOS LOS VIERNES DEL AÑO


Se prohibe la carne de aves de corral o que vuelen (pollo, pavo,
codorniz, paloma, etc.) y la de mamíferos (res, cerdo, cordero, etc.)

Esta práctica está vigente y obliga seriamente en todo el mundo (a menos que algún país en particular estuviese indultado, pero no es el caso actual de México). Lo que sucede es que muchas personas lo ignoran y los pastores (obispos y sacerdotes) indebidamente, en su mayoría, tampoco lo informan:

El Código de Derecho Canónico indica que los Católicos deben abstenerse de comer carne los viernes durante todo el año, no solamente durante cuaresma:

Canon 1250 – Todos los viernes de todo el año y durante la Cuaresma, son días y tiempos de penitencia en toda la Iglesia Universal.

Canon 1251 – Los días viernes durante todo el año ha de haber abstinencia de comer carne u otro alimento de acuerdo a las prescripciones de la conferencia de obispos, a menos que sean solemnidades (ver nota 1, abajo); han de observarse abstinencia y ayuno el Miércoles de Ceniza y el viernes de la Pasión y Muerte de Nuestra Señor Jesucristo.

Canon 1252: La ley de la abstinencia obliga a los que han cumplido catorce años; la del ayuno, a todos los mayores de edad, hasta que hayan cumplido cincuenta y nueve años. Cuiden sin embargo los pastores de almas y los padres de que también se formen en un auténtico espíritu de penitencia quienes, por no haber alcanzado la edad, no están obligados al ayuno o a la abstinencia.

Can. 1253. La Conferencia Episcopal puede determinar con más detalle el modo de observar el ayuno y la abstinencia, así como sustituirlos en todo o en parte por otras formas de penitencia, sobre todo por obras de caridad y prácticas de piedad.

-oOo-

Considerando que las Conferencias Episcopales, es decir, la reunión de los obispos de cada país, tienen esta facultad, la abstinencia de los viernes QUE NO SEAN DE CUARESMA (o incluso éstos si así se determina), en algunas naciones pueden ser sustituidos por los fieles con otras acciones penitenciales de acuerdo con lo dictaminado por el Episcopado de su nación. Por ejemplo en España:

"La abstinencia puede ser sustituida, según la libre voluntad de los fieles, por cualquiera de las siguientes prácticas recomendadas por la Iglesia: lectura de la Sagrada Escritura, limosna (en la cuantía que cada uno estime en conciencia), otras obras de caridad (visita de enfermos o atribulados), obras de piedad (participación en la santa misa, rezo del rosario, etc.) y mortificaciones corporales". (Decreto de la Conferencia Episcopal Española de 21 de noviembre de 1986.Ver Nota 2, abajo).

De igual modo, la Conferencia Episcopal Argentina promulgó la siguiente legislación complementaria el 19 de marzo de 1986: «A tenor del canon 1253, se retiene la práctica penitencial tradicional de los viernes del año consistente en la abstinencia de carnes; pero puede ser sustituida, según libre voluntad de los fieles por cualquiera de las siguientes prácticas: abstinencia de bebidas alcohólicas, o una obra de piedad, o una obra de misericordia» (Ver nota 2, abajo). Otras Conferencias Episcopales han dado normas semejantes.

EN MÉXICO:

El Episcopado mexicano ha dispuesto lo siguiente (http://www2.arquidiocesismty.org/PAGES/pastoral/info/info07.html):

"Conscientes de la SITUACIÓN DE POBREZA en que viven muchos sectores de fieles, y dado que nuestra cultura admite otros signos más adecuados de penitencia, disponemos: Que se pueda suplir la abstinencia de carne, hecha excepción del Miércoles de Ceniza y Viernes Santo:
a) Por la abstinencia de aquellos alimentos que para cada uno signifiquen especial agrado, sea por la materia o por el modo de su confección;
b) o por una ESPECIAL obra de caridad;
c) o por una ESPECIAL obra de piedad;
d) o por otro SIGNIFICATIVO sacrificio voluntario".

Aclaración importante:

Se prohíbe la carne de mamíferos
 (res, cerdo, cordero, etc.) y aves
La abstinencia de carne obliga TODOS los viernes del año. Las personas creen que sólo los de cuaresma porque desde hace muchos años el Episcopado Mexicano permitió la dispensa que se menciona arriba en la que, en consideración a la situación económica difícil de muchas familias, se permitía cambiar dicha abstinencia por un sacrificio u obra especial de piedad.

El caso que los obispos contemplaron es el de familias que no suelen comer carne y que pudieran tener -por alguna circunstancia- la oportunidad en viernes de comerla, para que la abstinencia no les impidiera aprovecharla.

Posteriormente se amplió esta dispensa (de sustitución) a todos los viernes exceptuando el Viernes Santo y el Miércoles de Ceniza.

Vale la pena que las personas cuya economía les permite usualmente comer carne,  no "aprovechen" esta dispensa (aunque estrictamente pueden hacerlo) para sustituirla. Sería bueno que hicieran el esfuerzo de dejar la carne ese día, dado que el suyo no es el caso que los obispos contemplaron. Incluso sería excelente que el dinero ahorrado se destinara a alguna familia pobre de las que casi nunca comen carne.

OBSERVACIONES EN GENERAL

Es fundamental comprender que lo importante es cumplir con el espíritu de la ley y no acudir a las excepciones (sustituir la abstinencia) sólo para cumplir fácilmente la ley sin motivo que verdaderamente lo amerite. Y en tales casos, es importante que la obra sustituta realizada sea verdaderamente significativa y no una simpleza. No se trata de ser tacaño con Dios. Procuremos no irnos al mínimo establecido. Si somos generosos con Dios, Él lo será más con nosotros.

Con respecto a las obras de piedad que pueden reemplazar la abstinencia, se encuentran el rezo del Via Crucis, el Santo Rosario y la adoración prolongada al Santísimo Sacramento. En cuanto a las obras de misericordia, pueden ser las espirituales y corporales. Obras de misericordia espirituales: 1- Enseñar al que no sabe. 2- Dar buen consejo al que lo necesita. 3- Corregir al que yerra. 4- Consolar al triste. 5- Perdonar las injurias. 6- Soportar los defectos del prójimo. 7- Rezar por los vivos y los difuntos. Obras de misericordia corporales: 1- Dar de comer al hambriento. 2- Dar de beber al sediento. 3- Vestir al desnudo. 4- Recibir al peregrino. 5- Libertar al cautivo. 6- Visitar enfermos y presos. 7- Enterrar a los muertos.

EN GENERAL, DURANTE LA CUARESMA LA ABSTINENCIA DE COMER CARNE LOS VIERNES ES OBLIGATORIA Y NO SE SUSTITUYE, salvo disposición expresa de cada Episcopado. Por ejemplo en México, alguien (principalmente en situación de pobreza) podría acogerse a la excepción (es decir, a la sustitución), siempre que no fuera Miércoles de Ceniza ni Viernes Santo.

Hay que considerar que para la mayoría de las personas, la práctica más conveniente para cumplir correctamente con esta ley, sería la tradicional de abstenerse de comer carne TODOS los viernes del año. Nuestra disposición a ello hablará mucho de nuestro amor a Dios. De cualquier forma, ya sea de un modo u otro y de acuerdo con lo indicado por su Episcopado, existe obligación seria de realizar un acto penitencial todos los viernes del año.

En honor a la Pasión de Jesucristo
La ley de abstinencia exige a un católico de 14 años de edad y hasta su muerte, el abstenerse de comer carne los viernes, en honor a la Pasión de Jesús del Viernes Santo. Como "carne" se considera a la carne y órganos de mamíferos (res, cerdo, cordero, etc.) y aves de corral o que vuelan (pollo, pavo, codorniz, pichón de paloma, etc.). También se encuentran prohibidas las sopas, caldos, cremas y salsas que se hacen a partir de ellos. En algunas regiones existe el error generalizado de que se permite el pollo o el caldo de pollo, pero esto no es así. La leche y el huevo sí se permiten. Los peces de mar y de agua dulce, anfibios, reptiles y mariscos están permitidos.

*NOTA 1: Como dice el canon 1251, los viernes de solemnidad no es obligatorio no comer carne. Una solemnidad es un grado en las celebraciones litúrgicas. En el calendario universal de la Iglesia de rito latino suele haber dos solemnidades que caen en Cuaresma: la de san José (19 de marzo) y la Anunciación del Señor (25 de marzo). Si alguno de estos dos días cae en viernes cuaresmal, ese día no hay obligación de guardar la abstinencia de carne.

**NOTA 2: Estas disposiciones son las últimas que conocemos; si alguien supiera que hubiesen sido modificadas, favor de informarnos. Todo fiel debe enterarse de lo que está vigente en su país.

Rectificamos las edades para el ayuno y la abstinencia que habíamos informado.

En virtud de las últimas disposiciones, quedan ahora así:

El ayuno obliga desde que se cumplen los dieciocho años hasta los cincuenta y nueve.

La abstinencia obliga a partir de los catorce años cumplidos (aunque es aconsejable iniciarla desde los 7 años, como antes se acostumbraba).

Son días de abstinencia y ayuno el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo.
Son días de abstinencia todos los viernes del año. En cuaresma la abstinencia de los viernes no se conmuta por otro acto penitencial (a menos que exista disposición expresa del Episcopado de cada país), los demás viernes del año puede ser sustituída por otros actos penitenciales si así lo determina la conferencia episcopal de ese país.
El ayuno es realizar sólo una comida fuerte (completa) al día. Se permite, además, la parvedad en la mañana y la colación en la noche que consiste en un muy ligero alimento (bastante menor al acostumbrado). No debe comerse ningún otro alimento entre comidas. Los líquidos simples o para calmar la sed pueden beberse a cualquier hora (por ejemplo: agua, cerveza, vino, café con poca azúcar, etc.). No deben beberse, entre comidas, caldos, leche y otros que fungen como alimento.
.
La abstinencia prohibe comer EN NINGÚN MOMENTO DEL DÍA carne y caldos de carne de animales terrestres o que vuelan (res, carnero, cerdo, pollo, codorniz, pájaros, etc.). Se permite la carne de pescados o mariscos. En algunas regiones existe el error generalizado de que se permite el pollo o el caldo de pollo, pero esto no es así.
.

Tomamos los datos que ofrecemos a continuación de: http://www.iuscanonicum.org/index.php/derecho-sacramental/48-los-sacramentos-en-general/68-la-obligacion-de-guardar-ayuno-y-abstinencia-los-dias-de-penitencia.html 

Estas son las prácticas de penitencia que indica el derecho canónico:

Canon 1251: "Todos los viernes, a no ser que coincidan con una solemnidad, debe guardarse la abstinencia de carne, o de otro alimento que haya determinado la Conferencia Episcopal; ayuno y abstinencia se guardarán el miércoles de Ceniza y el Viernes Santo".

Canon 1252: "La ley de la abstinencia obliga a los que han cumplido catorce años; la del ayuno, a todos los mayores de edad, hasta que hayan cumplido cincuenta y nueve años. Cuiden sin embargo los pastores de almas y los padres de que también se formen en un auténtico espíritu de penitencia quienes, por no haber alcanzado la edad, no están obligados al ayuno o a la abstinencia".

Por lo tanto, existen las siguientes posibilidades según la edad:

Hasta los 14 años cumplidos: no hay obligación de guardar ayuno ni abstinencia.

Desde los 14 y hasta los 18 años (mayoría de edad canónica): Existe la obligación de guardar la abstinencia de carne o de otro alimento todos los viernes del año (de Cuaresma y del resto del año), salvo si coincide con solemnidad, y también el miércoles de Ceniza.

Desde los 18 hasta los 59 años cumplidos: existe la obligación de abstenerse de tomar carne u otro alimento los días indicados anteriormente, y también la de ayunar el miércoles de ceniza y el viernes santo.

Desde los 59 años de edad: desaparece la obligación de ayunar, pero subsiste la obligación de abstenerse de la carne u otro alimento.

La abstinencia de los viernes QUE NO SEAN DE CUARESMA (o incluso éstos si así lo determina), en algunas naciones pueden ser sustituídos por otras acciones penitenciales de acuerdo con la Conferencia Episcopal de cada país, por ejemplo en España tienen dictaminado:

"La abstinencia puede ser sustituida, según la libre voluntad de los fieles, por cualquiera de las siguientes prácticas recomendadas por la Iglesia: lectura de la Sagrada Escritura, limosna (en la cuantía que cada uno estime en conciencia), otras obras de caridad (visita de enfermos o atribulados), obras de piedad (participación en la santa misa, rezo del rosario, etc.) y mortificaciones corporales". ( Decreto de la Conferencia Episcopal Española de 21 de noviembre de 1986).

lunes, 3 de marzo de 2014

JOHN RICK MILLER - Conferencias 11 y 20 de Febrero del 2014




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“HECHOS A SU IMAGEN Y SEMEJANZA”

Se nos dice que somos hechos a imagen y semejanza de Dios, pero ¿qué significa eso? Puesto de forma muy sencilla, es el AMOR. Es ese Amor el que nos dio al Cristo, el que nos dio la vida y la oportunidad de ser UNO con el Padre.
San Cipriano dice: “El hombre nuevo, regenerado y restituido a su Dios por la gracia dice en primer lugar: ¨ Padre¨, porque ya ha empezado a ser hijo”. Pero debemos estar seguros de una cosa, que sólo somos hijos adoptivos a través de nuestro bautismo; que por el sacrificio de Cristo hemos sido redimidos por el Padre por medio del Hijo.
Mientras que Nuestro Señor Jesucristo es el Único Hijo Engendrado del Padre,  nosotros somos los hijos comunes del Padre. Sin embargo, el corazón que exclama: ‘Padre Nuestro’…reclama el derecho de ser un hijo creado de Dios. Porque es ese corazón que busca entender el significado del  Padre,  que se convierte en el Hijo.
Debemos ser conscientes del don de nuestro Bautismo. Ese don gratuito de adopción que suscita en cada uno de nosotros la constante necesidad y el deseo esperanzado de conversión. De consagrar nuestras vidas para tener un cambio en la forma en que las enfocamos como un don de Dios. Un don que debe ser apreciado y comprendido. Todo don lleva consigo una responsabilidad no sólo de entenderlo, sino de usar ese don para lo que está destinado y también la obligación de rendir cuentas por la manera en que lo usamos.  Es nuestra responsabilidad el entender nuestra vidas y después, como resultado, ir en busca del amor de Dios, nuestro Creador, nuestro Padre.
En esta Misión “Por el Amor de Dios en Todo el Mundo”, el primer paso que tomamos hacia este entendimiento es que la mayoría de nosotros necesitamos cambiar la forma en la que conducimos nuestra vida diaria. Esta es la primera de cuatro Piedras Angulares de la Misión. Es la Consagración Inicial a los Sagrados Corazones de Jesús y de María. Nos ayuda a entender nuestra decisión, que es el llevar nuestra vida diaria a un propósito más elevado, con un sentido más profundo, y nos proporciona su guía, protección y ayuda. Comenzamos a sentir la presencia del Amor de Dios, nuestro Padre, trabajando en nosotros para convertirnos en ese verdadero hijo o hija de Dios, en el momento que tenemos un deseo sincero en nuestros corazones de querer cambiar, de acercarnos más a Dios. Debemos ahora ir en busca de las respuestas a nuestras vidas como  hijos de Dios.
Por nuestra creación, hemos heredado la Imagen de Dios dentro de nosotros; pero nosotros no hicimos nada para merecerlo. Es por la gracia que somos restaurados a Su Semejanza. Sin embargo, es precisamente en este momento donde cada uno de nosotros debemos corresponder a esta gracia.
¿Cómo podemos intentar comunicarnos con nuestro Padre? ¿Cómo podemos intentar tener una relación diaria con nuestro Padre, a menos que comencemos a actuar, funcionar y a conducirnos diariamente como sus hijos? Es una cosa que nos digan que somos hechos a Su Imagen y Semejanza y otra muy distinta el ser ese hijo de Dios en todas las cosas y no un hijo de las cosas de este mundo. No un hijo tibio o un hijo que tambalea entre dos mundos todos los días, sin jamás declarar de una vez por todas quien es, siempre sirviendo a dos amos.
La Semejanza con el Padre es el Amor y la Bondad y Compasión. Si no exhibimos estas cualidades en nosotros mismos, entonces ¿cómo podemos ser verdaderamente hijos o hijas de Dios? Si no tenemos compasión, espíritu generoso, y bondad, entonces nos volvemos personas insensibles, viciosas y duras. De hecho dejamos de ser “como Cristo”, ya no tenemos los rasgos de la Semejanza con el Padre, nosotros en esencia, detenemos nuestra herencia.
Para poder entendernos a nosotros mismos, debemos primero entender nuestra relación con Dios para poder entender quiénes somos. El primer paso es abordar nuestra responsabilidad de entender nuestra vida. Es aquí donde la tercera Persona de Dios interviene.
Cuando buscamos aquellas cosas de la vida, aquellas penetrantes y profundas preguntas como: ¿Quién soy? ¿Por qué estoy aquí? ¿Qué se supone que debo hacer? ¿Cuál es el sentido de mi vida? Inevitablemente nos encontramos con aquello que no podemos explicar con facilidad. Es más bien un sentimiento. Un sentimiento en el que sentimos una conexión con algo que sabemos es más grande que nosotros mismos pero algo a la vez que nos lleva a la realidad de otra naturaleza fuera de la física, una que los griegos llamaron Metanoia: un Despertar Espiritual. Es en este momento que se nos presenta el Espíritu Santo de tal forma que aunque aún no podemos comprender, queremos más. Queremos conocer ese sentimiento único que acaba de surgir en nosotros, esa conexión que estamos sintiendo. A medida que pedimos, a medida que tocamos, nos comenzamos a dar cuenta que es nuestro Padre quien está esperando a su hijo o hija para darle todo, a cada uno de nosotros que pueda decir: ‘Padre’. No tanto con la mente sino con el corazón; entonces comienza el don de la conversión, poco a poco, un día a la vez. Es importante entender la importancia de que sea un día a la vez, pues cada día es una eternidad en sí mismo. Lo que nosotros hacemos cada día, afecta esa eternidad.
El mundo en estos tiempos está gobernado por leyes que ya no son de Dios en la mayoría de los lugares del mundo, sino que son leyes de los hombres modernizadas para el mundo de hoy. Estamos siendo entrenados para aceptar esta falsedad en nuestra vida cotidiana.
Más y más personas se ven atrapadas en esta estampida que nos está empujando a todos nosotros al borde de un precipicio, hacia un mundo que está abandonando su propia naturaleza. Un mundo que ha perdido su don del sentido común. Un mundo que aunque ya no confía, y en la mayoría de los casos ya no le importa nada, pero sin embargo, sí escucha a esas fuerzas en el mundo que están moldeando a todos nosotros, especialmente a nuestros hijos; esas fuerzas de la tecnología y de los medios de comunicación y la mayoría de los elementos de esas fuerzas no son de Dios. A menos que comencemos a alejarnos de esta estampida que está llevando a la mayor parte de la humanidad al borde de un abismo, perderemos el Reino de Dios.
En un mundo donde los humildes, mansos, puros de espíritu y amables son despreciados, ridiculizados y utilizados, son justamente esas cualidades las que nos separan de aquellos que son del mundo y son esas cualidades las que nos permitirán ver a Dios. Esas cualidades que nos enseñan ser la Imagen y Semejanza de Dios hecho Hombre.
Como explicó nuestro Señor Jesucristo en las Bienaventuranzas:
Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Bienaventurados los afligidos, porque serán consolados.
Bienaventurados los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos, porque obtendrán misericordia.
Bienaventurados los limpios de corazón,  porque verán a Dios.
Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los que son perseguidos por practicar la justicia,  porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Bienaventurados serán ustedes cuando los injurien y los persigan, y digan contra ustedes toda clase de calumnias por causa mía. Alégrense y regocíjense, porque será grande su recompensa en el Cielo…” (Mt 5, 3-12)
Estas son las formas y el carácter de un hijo de Dios haciendo su mejor esfuerzo cada día para vivir y ser un ejemplo de una buena vida cristiana. Una vida que está en el camino hacia lograr esa unidad con Dios, como su hijo, por toda la eternidad.
A medida que comenzamos a entender la necesidad profunda de Dios en nuestra vida diaria, comenzamos a buscar más profundamente Su amor. Cuando comenzamos a sentir Su presencia dentro de nosotros, cuando decimos ‘Padre nuestro’, tan sólo con este nombre, cuando se dice con el corazón, de pronto, se agita el amor dentro de nosotros. Es en este punto que nos comenzamos a dar cuenta que si estamos sintiendo esta presencia abrumadora dentro de nosotros mismos, entonces también es verdad que nuestras oraciones están siendo escuchadas.
De pronto, esta relación entre un Padre y su hijo cobra vida y a medida que esta relación se va construyendo diariamente, se nos recuerda que ya se nos había concedido el don de ser sus hijos, así que cómo dice San Agustín: ‘Qué no le daría a un hijo suyo que se lo pida.’
El desarrollar esta filiación con Dios abre todas las puertas y comenzamos no solamente a entender nuestras vidas con una perspectiva más clara, sino que comenzamos a entender también el don de nuestro Hermano, nuestro Redentor, Nuestro Señor Jesucristo; porque es Jesús quien es la nueva y eterna alianza que nos ha convertido en el pueblo de Dios, y tenemos a nuestro Dios, que es nuestro Padre.
Se nos dice que debemos responder a esta gracia y verdad con amor y fidelidad. Cuando nosotros decimos ‘Padre nuestro’, es con una esperanza que se nos dio en el libro del Apocalipsis, que dice al vencedor: “Yo seré su Dios y él será mi hijo”(Ap. 21,7). Ya que no hay nadie más grande que Dios, tú, en virtud de tu elección de vivir como Su verdadera Imagen y Semejanza, eres Su hijo.
Así que sólo podemos decir que somos hechos a Su Imagen y Semejanza si en efecto vivimos nuestra vida diaria como verdaderos hijos de Dios, vivos con el entendimiento de quiénes somos, porque hemos buscado este derecho, y encontrado en el camino, la Verdad, la Luz y la Esperanza. Hemos aprendido a ser como Cristo en nuestra vida diaria, y hemos aprendido esas cualidades de Cristo que nos separan de los caminos del mundo.
Para aquellos que han encontrado a Dios y se dan cuenta y lo llaman…Padre…lo hacen a través de la fe en Su Hijo, y renacen de Él por el agua y el Espíritu. Así como Jesús es el primogénito de entre muchos hermanos, nosotros entonces como esos hermanos, somos Uno con el Padre. Somos en efecto sus hijos, sus hijas, lo que nos lleva al entendimiento final de que cada uno de nosotros que pensamos de esta manera, estamos en comunión con nuestro Señor Jesús y por ende con el Padre.
El ser capaces de amarnos los unos a los otros es la última pieza del rompecabezas que es nuestra vida. Esas piezas que una vez colocadas en su lugar, en la forma en que estaban destinadas a estar, encajan perfectamente y conforman una obra de Dios: Sus hijos hechos a Su Imagen  y Semejanza quienes a través de su libre voluntad quieren más a su Padre que a las cosas temporales de este mundo… Ojalá ese seas tú.
Pero en estos tiempos demasiados dicen: “Yo no puedo ser como Cristo. No puedo vivir en este mundo y a la vez obedecer todo lo que la Iglesia enseña, porque si lo hago no tendré ningún tipo de vida o amigos o las cosas de este mundo y sus caminos. No voy a encajar. Yo quiero las cosas que el mundo tiene que ofrecer y no quiero renunciar a ellas.  Quiero hacer lo que quiera, cuando quiera hacerlo, sin importar lo que sea ni con quien sea. Tengo el derecho, la libertad, de elegir lo que quiero hacer”.
Sin embargo, la libertad ciega y absoluta sin dirección, tiene una sombra que espera poderosamente en la oscuridad. Como un fuerte imán nos jala hacia la rebelión en contra de todo lo que tiene que ver con la fe y con nuestra verdadera identidad. Este es el pensar de muchas, muchas personas en estos tiempos a medida que nos alejamos cada vez más de la Verdad, hasta que ya no podemos discernir lo que está bien y lo que está mal. A menos que podamos comprender el propósito del don de nuestra libre voluntad como ese regalo del Padre de toda la humanidad a Su hijo, entonces esa voluntad nuestra, sin restricciones, se convierte en una fuerza dentro de nosotros que puede fácilmente ser engañada y utilizada por el enemigo de Dios.
Lo que estoy a punto de decir es por supuesto parafraseando, pero básicamente recapitula a muchas personas en estos tiempos a medida que estamos universalmente abandonando la fe y la familia y unos a otros como consecuencia de este tipo de pensamiento. Pero ya que la presencia de Dios está escrita en cada corazón, no nos queremos sentir culpables por la forma en que conducimos nuestras vidas, ni tampoco, de acuerdo a lo que el mundo nos está enseñando, queremos responderle a nadie, así que es más fácil simplemente decir: ¨Bueno, si no hay Dios, entonces no tengo porqué sentirme culpable; si no hay Dios, entonces no hay fe ante la cual yo sea responsable y puedo hacer lo que me plazca; puedo actuar de la forma que yo quiera. Si no existe Dios, entonces no tengo que conformarme y vivir mi vida de acuerdo a los Mandamientos de Dios. En esencia, me vuelvo “como Dios” y sin comprenderlo con claridad, comienzo a adorar ciegamente a más falsos dioses que nunca antes en la historia de la humanidad.
Como resultado, estamos viviendo en un mundo que ha virtualmente abandonado el primer mandamiento del Decálogo, las Diez Palabras de Dios y al hacer esto, se ha arrojado a sí mismo de par en par a los pecados más graves.
Tristemente, muchas personas de hoy están en este camino de perdición. Hemos dejado de hablar y de pensar en Dios; hemos dejado de actuar como hijos de Dios y estamos adoptando los modos de los rebeldes. Hemos dejado de enseñar a nuestros hijos el bien del mal y acerca de Dios, sin ningún pensamiento ni cuidado de las consecuencias.
No entendemos inclusive los principios básicos de la vida en Dios que son los Diez Mandamientos, porque ya no sabemos qué son los Mandamientos de Dios. Los hemos abandonado como algo del pasado que ya no tiene ninguna incidencia en nuestra era de una inteligencia elevada comparada con los ignorantes de aquella época que necesitaban ser controlados por estas antiguas y arcaicas leyes; y si alguno de nosotros está consciente de ellos en estos tiempos, obedecemos Mandamientos de “supermercado” donde escogemos éste pero dejamos aquél en el estante.
Como dijo San Buenaventura: “En el estado de pecado, una explicación plena de los mandamientos del Decálogo resultó necesaria a causa del oscurecimiento de la luz de la razón y de la desviación de la voluntad.¨
Se me viene a la memoria la escena de la película de los Diez Mandamientos donde Moisés está parado en la cima del Monte Horeb, en lo que hoy es la parte egipcia del desierto del Sinaí.  Al pie de esta montaña estaba reunida una gran multitud de personas que cubrían este gran valle: 600,000 hombres con sus familias y ganado. Alrededor de tres millones y medio de personas en total. La tierra había estado temblando durante días, con truenos y relámpagos saliendo de esta gran nube que se había formado sobre la cima del Monte Horeb, significando la presencia de Dios.  Entonces, mientras Moisés miraba, vio la espalda de Dios pasar por donde él y Dios comenzó a hablar a Su siervo, instruyéndolo por largos periodos de tiempo. Luego, cuando fue tiempo, el dedo de Dios apareció y excavó de la roca Dos Tablas de piedra y sobre esa piedra Dios escribió esas sendas sencillas en las que tenemos que conducir nuestras vidas como hijos de Dios. Aún puedo escuchar la voz y el efecto de sonido que se usaron en la película para representar la Voz de Dios, y cómo se fue grabando la Ley, Mandamiento por Mandamiento:

I.              Yo soy el Señor tu Dios y no tendrás otros dioses delante de Mí.
II.            No tomarás el nombre del Señor tu Dios en vano.
III.          Recuerda santificar el día del Señor.
IV.           Honra a tu padre y a tu madre.
V.             No matarás.
VI.           No cometerás adulterio.
VII.         No robarás.
VIII.       No darás falso testimonio contra tu prójimo.
IX.          No codiciarás la mujer de tu prójimo.
X.            No codiciarás los bienes de tu prójimo.

¿Por qué Dios eligió dos tablas de piedra en lugar de una? Era muy fácil escribir los Diez Mandamientos en tan sólo una tabla, así que ¿por qué Dios los puso en dos? La respuesta es muy sencilla a medida que avanzamos aproximadamente 1,400 años después al tiempo de la Vida Pública de Cristo. Cuando a Jesús se le preguntó, ‘¿Cuál mandamiento de la Ley es el más importante?’ Jesús  se regresa a ese momento en el Monte Horeb para dar su respuesta a medida que contesta al hombre que le había preguntado: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el Primero y el más importante.  El Segundo es semejante a este: Amarás al prójimo como a ti mismo”.
De pronto vemos que son los Diez Mandamientos a los que se está refiriendo Jesús, porque en la Primera Tabla de piedra están escritos solamente los Primeros Tres Mandamientos y en la Segunda Tabla están los últimos Siete. La Primera Tabla nos enseña cómo amar a Dios y la Segunda nos enseña como amarnos los unos a los otros.
En Mateo 19, versos del 16 al 17, leemos lo que nuestro Señor responde cuando se le pregunta: “¿Qué debo hacer de bueno para obtener la vida eterna?”. Él responde, “si quieres entrar en la vida, observa los Mandamientos”.
Desde el principio, Dios había implantado en el corazón del hombre los preceptos de la Ley Natural, y luego se contentó con recordárselos. Esto fue el Decálogo, los Diez Mandamientos.
Los Diez Mandamientos son las obligaciones fundamentales del hombre para con Dios y su prójimo. Son obligaciones extremadamente serias; inalterables, que obligan siempre y en todas partes. Nadie puede renunciar a ellos sin peligro, ni vivir sin ellos. El transgredir un Mandamiento es quebrantar toda la Ley. La obediencia a ellos implica que caminamos en la Luz. La desobediencia a ellos nos separa de la Luz y de la Vida.
Lo que es muy importante comprender es que estas Diez Palabras de Dios  como se llama al Decálogo o los Diez Mandamientos, como se hace referencia a ellos en estos tiempos, están ya grabados por Dios en el corazón humano. Lo diré otra vez ya que es muy importante que comprendamos este punto. Estos mandamientos están ya grabados por Dios en el corazón humano. Se nos dice que Dios nos recuerda a nosotros, a tí y a mí, estos Mandamientos de Amor de vez en cuando. Por increíble que parezca, estas Dos Tablas han sido talladas en los corazones de los hombres por el Dedo de Dios desde siempre.
Qué importantes han de ser para Dios para haber hecho esto de esta forma. Revelándolo en el momento oportuno a Moisés; a aquellos que fueron instruidos por Moisés para Consagrarse a sí mismos y a sus familias a Dios, creando así una Alianza con Él como Sus hijos elegidos para esos tiempos. Y después, esperar todos esos años hasta el nacimiento de Cristo para establecer una Nueva Alianza con los hijos elegidos de Dios para estos tiempos, por medio de Nuestro Señor Jesucristo y Su Iglesia, donde Jesús revela una vez más la importancia de estos Diez Mandamientos de Amor para todos los que escucharan y oyeran. Es a través de Jesús que somos invitados a redescubrir los Diez Mandamientos en la persona de Jesús, quien es el perfecto cumplimiento.
Es extremadamente preocupante ver en estos tiempos cómo algo tan importante para nuestra vida y futuro puede ser tratado con tanto desdén por muchos de nosotros. ¿Cuántos de nosotros en realidad conocemos los Diez Mandamientos y los vivimos?
Para poder tener Vida Eterna, debemos primero amar a Dios como la fuente de todo lo que es bueno y guardar Sus mandamientos. ¿Es sencillo no? Pero ese es el problema. Hoy nada es sencillo. Hemos complicado todo y a lo largo del camino hemos corrompido la verdad. La misma verdad que permite que las cosas sencillas sean fácilmente comprendidas.
En nuestra búsqueda por ser la verdadera Imagen y Semejanza de Dios, debemos ejercitar algunos de los dones del Espíritu Santo que están a la disposición de todo hijo de Dios: Sabiduría, Conocimiento y Entendimiento, aprendiendo los Diez Mandamientos, no sólo como una imagen mental sino como una práctica viva. Debemos conocer la forma y la importancia de cómo fueron dados y después ir entendiéndolo en lo que respecta al significado mayor, que espera bajo cada Mandamiento.
Los Diez Mandamientos son un solo mandamiento de Amor, es la plenitud de la Ley, es la Semejanza con Dios.
Los Diez Mandamientos señalan las condiciones de una vida libre de la esclavitud del pecado. El Decálogo es una senda de vida. Es una senda hacia el corazón de nuestro Padre como Sus hijos; Su hijo, Su hija.
Lo que Dios manda lo hace posible por Su Gracia. Lo único que necesitamos es tener el deseo y a partir de allí, Su Gracia abrirá cada día más, la puerta de Su Reino para tí, Su hijo, hecho a Su Imagen y Semejanza…Su hijo.
Gloria a Dios y paz a Su pueblo en la Tierra.