sábado, 8 de junio de 2013

EL CAMINO DE PEDRO



Es Él, el hebreo, el hijo de María y de Israel, quien en la realidad de su persona vivifica y promueve la creación. Es Él quien en su Persona hecha histórica y, en perfecta continuidad entre su cuerpo terreno y su cuerpo glorioso, promueve y asegura para la eternidad la permanencia y la validez de la historia en la gloria celeste. Es Él quien garantiza la identidad y la unidad dinámica entre las diversas etapas de la Antigua y de la Nueva Alianza, no a través de su sencillo proceso de transformación, sino a través de una transfiguración guiada por el Padre con la asunción de la humanidad de la Tierra al Cielo: de Abram a Abraham, de Jacob a Israel, de Simón hijo de Jonás a Kephas (= Pedro), de Saulo a Pablo.... En Él adquieren sentido y solidez eterna la elección de Abraham y la del Rey David, los Doce de Jacob y los Doce de Jesús, el ministerio de Moisés y el de Simón-Pedro, la maternidad de María madre de Jesús y de la Iglesia. 
(Monte Sinaí, Monasterio de Santa Catalina, siglo IV) 

No hay comentarios:

Publicar un comentario