Ven Espíritu Santo, dame Tu Sabiduría para actuar rectamente.
Dame inteligencia santa, para atraer a mis hermanos, no me sienta superior a mis semejantes, sino sea el más pequeño para que surjas Tú con poder.
Ven, toma mi mente y renuévala; sea yo un eco de Tu voz y aconseje en la Voluntad Divina, no en la mía.
Dame las fuerzas para no tambalear y resistir mirándote; embelesado por Tu fortaleza, sea yo un fiel apóstol.
De Tu ciencia oh Divino Espíritu, sea yo reflejo, busque yo Tu gloria, aleja de mí lo mundano. Penetra lo íntimo de mi corazón e injerta en él Tu misma piedad para amar con Tu mismo amor. Realiza en mi ser el milagro del temor de Dios; dame sed de almas, para que sin mirar a quien labore para el Reino.
Oh Espíritu Santo, infunde en mí el don del verdadero amor. Gracias Santo Espíritu Divino, vive en mí a plenitud, que consciente de mi necesidad con plena libertad te llamo a tomar posesión de mi vida.
Gracias oh Bondad Divina, Soberano Misericordioso, Fuego Sagrado.
Amen.
Cenáculo en Jerusalen
¡Gloria a Dios!
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