"Hija mía, quiero enseñarte una lección de gran provecho: el demonio es como un perro furioso, pero está atado; es decir, que sólo tiene cierta libertad No puede devorar sino a quién se acrca a él. Pero su astucia es tal, que cuando quiere alcanzar una presa, se presenta como un manso cordero. Esto es la mayor parte de las veces. El alma, sin darse cuenta, va paso a paso, acercándose y cuando ya está a su alcance, descubre el demonio su malicia. No te descuides hija, sobre todo cuando le creas lejos.
(Palabras de la Santísima Virgen a Sor Josefa Menéndez. Monja de la Sociedad del Sagrado Corazón de Jesús)
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