Hoy te doy gracias Señor:

Bendito seas Señor Dios Padre Eterno.

Gracias por Tu Infinita Misericordia y tu interminable Amor.

Por estar siempre presente en nuestras vidas, al pendiente de nuestras necesidades, desde el soplo de vida que nos hace respirar y levantarnos al nuevo día, el alimento espiritual y alimento para el cuerpo que bondadosamente nos proporcionas para mantenernos con salud. El vestido que nos cubre de la intemperie y nos protege. Nuestro hogar que nos cobija y protege. Y todas las innumerables bendiciones con las que cada día sostienes nuestras vidas. Además de que nos consientes haciendo nuestra vida más cómoda y sencilla. No permitas Señor que esto nos distraiga y nos olvidemos de Ti Amoroso Padre que todo esto nos proporcionas.

Gracias Señor por tu amor que nos derramas a raudales en el amor que otros nos proporcionan y en Tu Tierna Mirada que nos envías diariamente en Tu Hermosa Creación, que nos llena de regocijo y nos lleva a Alabarte y Bendecirte. No permitas Señor que nuestro egoísmo nos haga malagradecidos, sino que devolvamos ese amor con creces, para bendecirnos y bendecir a quienes lo reciben. Reflejando con esto Tu Amor a la humanidad.

Gracias Señor por tu amor que nos entregas y perdona que nosotros seamos tan ciegos y tan torpes para devolverte TU AMOR infinito.  Perdona que te ofendemos constantemente con nuestra soberbia. Perdona nuestros pecados que son como espinas que te enterramos de nuevo. Perdona nuestro egoísmo y todas aquellas acciones y sentimientos que te ofenden y te hacen sufrir. Ayúdanos a doblegar nuestros corazones para saber perdonar a los que nos ofenden.

Ámanos Señor y enséñanos a amarte como Tú lo mereces. Transfórmanos, purifícanos, devuelve esa niñez a nosotros para que seamos dignos de estar contigo. Y líbranos de todo mal.

¡Te amo Señor, te alabo Señor! ¡Bendito Seas eternamente!