"Cuando el alma sufre y teme ofender a Dios,no le ofende y está muy lejos de pecar".
-Santo Padre Pío de Pietrelcina-
¡Bendito y alabado seas por siempre Señor Jesús Sacramentado!
¡Gloria a Ti eternamente, que permaneces entre nosotros
como lo prometiste!
¡Honor y gloria a Ti Señor, que nos amas tanto!
¡Bendito Seas!
¡Alabado Seas!
¡Glorificado Seas!
al imponente Señor,
tan estupendamente grande.
¡Mira! ¡El que hace brillar Sus Rayos
que deslumbran mis ojos, no es otro
que mi Padre!
¡Oh Adorno Brillante
de los Cielos!
La grandeza de Tu Nombre
me ha liberado,
Y alzando mi oído sólo un poco,
recibí Tu Palabra
de Tu Boca.
Y ahora:
¡Canto de alegría a Dios,
mi Padre!
Grito de triunfo al Ungido,
¡Jesucristo, mi Salvador!
Mi Prometido 6 ,
¡Oh Deleite de los deleites!
Yo Te amo por hacerme Tu amiga.
Y ahora, clamo con todo mi corazón:
"¡Amén! mi celo me está quemando
por anunciar y proclamar
Tu Amor Fiel!
Haré Tu Voluntad y traeré
a tantos como pueda
en unión con Tu Unicidad,
a fin de que también ellos
sean llenados con la
absoluta plenitud de
Tu Santidad Trinitaria."
Amén.