Madre Eugenia Elisabetta Ravasio
1o Fascículo parte A
1o de Julio de 1932
Fiesta de la Preciosa Sangre de Nuestro Señor
Jesucristo. !He aquí
finalmente el día para siempre bendito de la promesa del Padre Celestial!
Hoy terminan los largos días de preparación y me
siento cerca, muy cerca de la llegada del Padre mío y Padre de todos los
hombres.
!Algunos minutos de oración y después todas las
alegrías espirituales! !Tengo sed de oírlo y de verlo!
Mi corazón ardiente de amor se abre con una
confianza tan grande que he podido constatar que hasta ahora no había estado
tan confiada con nadie.
Pensar en mi Padre me lanzaba en una loca alegría.
!Finalmente cánticos comienzan a oírse. Algunos
ángeles vienen y me anuncian la feliz llegada! Sus cantos son tan bellos que me
propuse de transcribirlos apenas posible.
Esta armonía cesó por un instante y he aquí el
cortejo de elegidos, de querubines y de serafines, con Dios nuestro Creador
Padre nuestro.
Postrada, con el rostro en el suelo, hundida en mi
nada, recité el Magníficat. Enseguida el Padre me dijo que me sentara con El
para escribir lo que había decidido decirle a los hombres.
Toda la corte que lo había acompañado desapareció.
El Padre se quedó solo conmigo y antes de sentarse me dijo:
!Te lo dije ya y te lo repito: no puedo donar una
vez más a mi Hijo predilecto para demostrarles a los hombres mi amor! Ahora es
para amarlos y para que conozcan este amor que yo vengo en medio de ellos,
tomando el aspecto y semejanza, y la pobreza.
Mira, !pongo en el suelo mi corona y toda mi gloria
para tomar la actitud de un hombre común!"
Después de haber tomado la actitud de un hombre
común poniendo su corona y su gloria a sus pies, puso el globo del mundo sobre
su corazón, sosteniéndolo con la mano izquierda, y se sentó junto a mí. !Puedo
sólo decir algunas palabras, ya sea sobre su llegada y sobre la actitud que se
dignó asumir, ya sea sobre su amor! En mi ignorancia no encuentro palabras para
expresar lo que El me hizo entender.
"!Paz y salvación, dijo, para ésta casa y para
el mundo entero! !Que mi potencia, mi amor y mi Espíritu Santo toquen los
corazones de los hombres, para que toda la humanidad se encamine hacia la
salvación y venga hacia su Padre, que la busca para amarla y salvarla!
Que mi Vicario Pío XI comprenda que estos días son
días de salvación y de bendición. Que no se deje escapar la oportunidad de
llamar la atención de los hijos hacia el Padre, que viene para darles el bien
en esta vida y para prepararles la felicidad eterna.
Escogí este día para iniciar mi obra entre los
hombres porque es la fiesta de la Sangre Preciosa de mi hijo Jesús. Tengo la
intención de bañar con esta sangre la obra que estoy iniciando, para que de
grandes frutos para la humanidad entera".
He aquí el verdadero objeto de mi venida:
1) - Vengo para eliminar el temor excesivo que mis
criaturas tienen de mí, y para hacerles comprender que mi alegría está en ser
conocido y amado por mis hijos, es decir, por toda la humanidad presente y
futura.
2) - Vengo para traerles la esperanza a los hombres
y a las naciones. !Cuántos la han perdido desde hace mucho tiempo! Esta
esperanza les hará vivir en paz y con seguridad, trabajando para la salvación.
3) - Vengo para hacerme conocer así como soy. Para
que la confianza de los hombres aumente contemporáneamente con el amor hacia
mí, el Padre, que tiene una sola preocupación: velar sobre todos los hombres, y
amarlos como hijos.
El pintor se deleita contemplando el cuadro que
pintó; !Así mismo yo me complazco, me alegro, viniendo en medio de los hombres,
obra maestra de mi creación!
El tiempo apremia. Quiero que el hombre sepa lo más
pronto posible que lo amo y que siento la más grande felicidad estando con el,
como un Padre con sus hijos.
Yo soy el Eterno y cuando vivía solo ya había
pensado en usar toda mi potencia para crear seres a mi imagen y semejanza. Pero
se necesitaba primero la creación material para que estos seres pudieran
encontrar su apoyo: entonces fue la creación del mundo. Lo llenaba con todo lo
que yo sabia que era necesario para los hombres: el aire, el sol y la lluvia, y
muchas otras cosas que yo sabía que eran necesarias para sus vidas.
!Al final, la creación del hombre! Me complací de
mi obra. El hombre comete pecados, pero es entonces cuando, justamente, se
manifiesta mi bondad infinita. Para vivir entre los hombres creé y escogí, en
el Antiguo Testamento, a los profetas, a quienes comuniqué mis deseos, mis
penas y mis alegrías, para que los transmitieran a todos.
Más crecía el mal y más mi bondad me apremiaba a
comunicarme con las almas justas para que transmitieran mis órdenes a los que
causaban desórdenes. Y así, a veces, tuve que usar la severidad para
reprenderlos, no para castigarlos - porque eso habría hecho sólo mal - para
alejarlos del vicio y dirigirlos hacia el Padre y Creador, a quien,
ingratamente, habían olvidado y desconocido. Más tarde el mal sumergió tanto el
corazón de los hombres que me vi obligado a enviar plagas al mundo para que el
hombre se purificara por medio del sufrimiento, la destrucción de sus bienes y
hasta la pérdida de la vida: fue el diluvio, la destrucción de Sodoma y de
Gomorra, las guerras del hombre contra el hombre, etc.
Siempre he querido quedarme en este mundo entre los
hombres. Y así, durante el diluvio estaba cerca de Noé, el único justo de ese
entonces. También durante las otras plagas encontré siempre un justo con el
cual morar y, a través de él, viví en medio de los hombres de aquel tiempo, y
así fue siempre.
El mundo a menudo ha sido purificado de su corrupción
por mi infinita bondad hacia la humanidad. Y entonces continuaba a escoger
algunas almas en las cuales me complacía para que, por medio de ellas, pudiera
deleitarme con mis criaturas, los hombres.
Le prometí al mundo el Mesías. !Qué no he hecho
para preparar su venida, mostrándome en las figuras que lo representaban hasta
mil y mil años antes de su venida!
Porque, Quién es este Mesías? De dónde viene? Qué
hará en la tierra? Quién viene a representar?
El Mesías es Dios. - Quién es Dios? Dios es el Padre, el Hijo y el
Espíritu Santo.
- De dónde viene, o mejor dicho, quién le ordenó
venir en medio de los hombres? Yo, su Padre, Dios.
- A quién representará en la tierra? A su Padre,
Dios.
- Qué hará en la tierra? Hará conocer y amar al
Padre, Dios.
- No dijo?:
"No sabéis que es necesario que me ocupe de
las cosas del Padre mío?" (" nesciebatis quia in his quae Patris
mei sunt oportet me esse?" S. Lucas, c. 2 v. 49). "He venido sólo para hacer la voluntad del
Padre mío" "Todo lo que pediréis al Padre mío en mi nombre os lo
concederé" "Le rezaréis así: Padre nuestro que estás en los
Cielos..." y más adelante, dado que vino para glorificar el Padre y
hacerlo conocer a los hombres, dijo: "Quién me ve, ve a mi Padre"
"Yo estoy en el Padre y el Padre está en mí" "Nadie viene al
Padre sino es por medio de mí" "Nemo venit ad Patrem nisi per
me" - (S. Juan c. 14 v. 6). "Quienquiera esté conmigo está también
con el Padre mio", etc., etc. Oh hombres, concluid que por toda la eternidad
he tenido solo un deseo, hacerme conocer y amar por los hombres, deseando
incesantemente de estar con ellos.
Queréis una prueba auténtica de este deseo que
tengo y que apenas he explicado?
Por qué le ordené a Moisés que construyera el
tabernáculo y el Arca de la Alianza si no es porque tenía el deseo ardiente de
venir a vivir, como un Padre, un hermano, un amigo de confianza, con mis
criaturas, los hombres? Y a pesar de esto me olvidaron, me ofendieron con
culpas innumerables. Sin embargo, para que se recordaran de Dios, su Padre, y
del único deseo que tiene de salvarlos, le di mis mandamientos a Moisés para
que teniéndolos y cumpliéndolos se recordaran del Padre infinitamente bueno,
todo absorto en la salvación de ellos, salvación presente y eterna.
Todo esto cayó otra vez en el olvido y los hombres
se hundieron en el error y en el temor, considerando que cansaba mucho el
cumplir con los mandamientos, así como los había transmitido a Moisés. Hicieron
otras leyes, que iban de acuerdo con sus vicios, para poder cumplirlas más
fácilmente. Poco a poco, con el temor exagerado que tenían de mí, me olvidaron
aún más y me llenaron de ultrajes.
Y sin embargo, mi amor por estos hombres, mis
hijos, ni siquiera se ha detenido. Cuando constaté bien que ni los patriarcas,
ni los profetas habían podido hacer que los hombres me conocieran y me amaran,
decidí venir yo mismo.
Pero, cómo hacer para encontrarme en medio de los
hombres? No había otro medio que el de ir yo mismo en la segunda persona de mi
divinidad.
Me
reconocerán los hombres? Me escucharán?
Para mi nada del futuro estaba escondido; a estas
dos preguntas respondí yo mismo:
"ignorarán mi presencia aun estando cerca de
mí. En mi Hijo me maltratarán, a pesar de todo el bien que les hará. En mi hijo
me calumniarán, me crucificarán para hacerme morir".
Me detendré
por esto?
No, mi amor
por mis hijos, los hombres, es demasiado grande.
No me detuve allí: reconoceréis bien que os he
amado más que a mi Hijo predilecto, por así decir, o para decirlo todavía
mejor, más que a mi mismo.
Lo que os digo es totalmente verdadero, que si
hubiese bastado una de mis criaturas para expiar los pecados de los otros
hombres, por medio de una vida y una muerte semejante a la de mi Hijo, hubiera
titubeado. Por qué? Porque habría traicionado mi amor haciendo sufrir a una
criatura que amo, en vez de sufrir yo mismo en mi Hijo. No he querido nunca
hacer sufrir a mis hijos.
Este es, en breve, la historia de mi amor hasta mi
venida, por medio de mi Hijo, en medio de los hombres.
La mayor parte de los hombres conoce todos estos
hechos, pero ignora lo esencial: es decir, !que fue el amor el que condujo
todo!
Sí, es el amor, es esto lo que quiero hacerles
notar. Ahora este amor está olvidado. Quiero recordárselos para que aprendan a
conocerme así como soy. Para que no estéis atemorizados como esclavos, con un
Padre que os ama hasta este punto.
Mirad, en esta historia estamos sólo al primer día
del primer siglo, y quisiera conducirla hasta nuestros días: hasta el siglo XX
.
!Oh, cómo los hombres han olvidado mi amor de
Padre! !Y sin embargo os amo muy tiernamente! En mi Hijo, es decir en la
persona de mi Hijo hecho hombre, !qué no he hecho todavía! La divinidad en esta
humanidad se veló, quedó pequeña, pobre y humillada. Conduje con mi Hijo una
vida de sacrificios y de trabajo. !Recibí sus oraciones para que el hombre
tuviera un camino trazado y caminara siempre seguro en la justicia, para que
llegase hasta mi.!
!Cierto, puedo muy bien comprender la debilidad de
mis hijos! Por esto le pedí a mi Hijo que les donara los medios para levantarse
después de las caídas. Estos medios los ayudarán a purificarse de los pecados,
para que sean todavía los hijos de mi amor. Principalmente son los siete
sacramentos y sobre todo el gran medio para salvarse que es el Crucifijo, que
es la Sangre de mi Hijo, que en cada instante se derrama sobre vosotros,
siempre y cuando lo queráis, ya sea con el sacramento de la penitencia, ya sea
con el santo sacrificio de la Misa.
Mis queridos hijos, desde hace veinte siglos os
colmo de estos bienes con gracias especiales y !el resultado es mísero!
!Cuántas criaturas mías, que se han vuelto hijas de
mi amor por medio de mi Hijo, se han lanzado muy rápidamente en el abismo
eterno! En verdad, no han conocido mi infinita bondad, !Yo os amo mucho!
(expresión preferida por Sor Eugenia y que se repite a menudo).
Por lo menos vosotros, que sabéis que he venido
personalmente para hablaros, para haceros conocer mi amor, por piedad de
vosotros mismos no os lancéis en el precipicio. !Yo soy vuestro Padre!
Es posible que después de haberme llamado Padre y
de haberme demostrado vuestro amor, encontréis en mi un corazón tan duro y tan
insensible que os deje perecer? !No, no, no lo creáis! !Yo soy el mejor de los
padres! !conozco las debilidades de mis criaturas! !venid, venid a mí con confianza
y amor! Y yo perdonaré después de vuestro arrepentimiento. !Aunque vuestros
pecados fueran repugnantes como el fango, vuestra confianza y vuestro amor me
los harían olvidar, y así no seréis juzgados! Yo soy justo, es verdad, pero !el
amor paga todo!
Escuchad, hijos míos, hagamos una suposición para
que tengáis la seguridad de mi amor. Para mi vuestros pecados son como el hierro
y vuestros actos de amor como el oro. !Aunque me entregarais mil kilos de
hierro no sería tanto cuanto si me donarais diez kilos de oro! Esto significa
que con un poco de amor se rescatan enormes iniquidades.
Este es un pequeñísimo aspecto de mi juicio sobre
mis hijos, los hombres, todos sin excepción. Por lo tanto hay que llegar hasta mí.
!Yo estoy tan cerca de vosotros! Entonces, es necesario amarme y glorificarme
para que no seáis juzgados, o por lo menos para que seáis juzgados con amor
infinitamente misericordioso.
!No lo dudéis! Si mi corazón no fuera así !habría
ya exterminado el mundo cada vez que se hubiese cometido el pecado! Mientras
que, vosotros, sois testigos, en cada instante se manifiesta mi protección,
mediante gracias y beneficios. Podéis concluir que existe un Padre sobre todos
los padres, que os ama y que no cesará nunca de amaros, siempre y cuando lo queráis.
Vengo en medio de vosotros por
dos caminos: !La Cruz y la Eucaristía!
La Cruz es el camino que baja en medio de mis
hijos, porque es por medio de ella que os hice redimir por mi Hijo. Y para
vosotros, la Cruz es el camino que sube hacia mi Hijo, y desde mi Hijo hacia
mí. Sin ella nunca podríais llegar, porque el hombre, con el pecado, ha atraído
sobre sí mismo el castigo de la separación de Dios.
En la Eucaristía yo vivo en medio de vosotros como
un Padre en su familia. Quise que mi Hijo instituyese la Eucaristía para hacer
de cada tabernáculo un depósito de mis gracias, de mis riquezas y de mi amor,
para darlos a los hombres, mis hijos.
Es siempre por estos dos caminos que hago descender
mi omnipotencia y mi infinita misericordia.
... Ahora que he demostrado que mi Hijo Jesús me
representa entre los hombres, y que por medio de él vivo constantemente en
medio ellos, quiero demostraros también que vengo entre vosotros por medio de
mi Espíritu Santo.
La obra de esta tercera persona de mi divinidad se
cumple sin ruido, y a menudo el hombre no se da cuenta. Pero para mi es un
medio muy idóneo para vivir, no só1o en cl tabernáculo sino también en el alma
de todos los que están en estado de gracia, para establecer mi trono y vivir
siempre como un verdadero Padre que ama, protege y sostiene a su hijo. Nadie
puede comprender la alegría que siento cuando estoy a solas con un alma. Nadie
ha comprendido todavía los deseos infinitos de mi corazón de Dios Padre de ser
conocido, amado y glorificado por todos los hombres, justos y pecadores. Por lo
tanto, son estos tres homenajes que deseo recibir de parte del hombre, para que
yo sea siempre misericordioso y bueno, aun con los grandes pecadores.
!Qué no he hecho por mi pueblo, desde Adán hasta
José, padre adoptivo de Jesús, y desde José hasta hoy día, para que el hombre
me diese un culto especial, que me es debido, como Padre, Creador y Salvador!
Sin embargo, !este culto especial, que he deseado tanto, no me ha sido todavía
dado!
En el Éxodo podéis leer que hay que ensalzar a Dios
con un culto especial. Sobre todo los salmos de David contienen esta enseñanza.
En los mandamientos que yo mismo di a Moisés puse en primer lugar
"Adorarás y amarás perfectamente a un solo Dios".
Bien, amar y ensalzar a una persona son dos cosas
que van juntas. Dado que os he colmado de muchos bienes, !tengo, por lo tanto,
que ser alabado por vosotros en modo particular!
Dándoos la vida !he querido crearos a mi imagen y
semejanza! Por lo tanto, !vuestro corazón es sensible como el mío, y el mío
como el vuestro!
Qué no haríais si uno de vuestros vecinos os
hiciera un pequeño favor para complaceros? El hombre más insensible conservaría
para esa persona un agradecimiento inolvidable. Cualquier hombre buscaría
también lo que mayor placer le haría a esa persona, para recompensarla por el
servicio recibido. Bien, yo, yo seré mucho más agradecido con vosotros,
asegurando la vida eterna, si vosotros me hacéis el pequeño favor de
glorificarme como os lo pido.
Reconozco que me alabáis en mi Hijo, y que existen
algunos que saben elevar todo hacia mi por medio de mi Hijo, !pero son pocos!
!Sin embargo no penséis que glorificando a mi Hijo no me glorificáis! !Claro
que si, me glorificáis porque yo vivo en mi Hijo! Por lo tanto, !todo lo que es
gloria para él lo es también para mí!
Pero yo quisiera ver al hombre glorificar a su
Padre y Creador con un culto especial. Mientras más me glorificáis más
glorificáis a mi Hijo, dado que, por mi voluntad, él se hizo Verbo encarnado y
vino en medio de vosotros para haceros conocer a aquél que lo mandó.
Cuando me conozcas, amaréis, a mí y a mi Hijo predilecto,
más de lo que amáis ahora. Mirad cuantas criaturas mías, que se han vuelto mis
hijos por medio del misterio de la redención, no están en el prado que he
establecido para todos los hombres, mediante mi Hijo. Mirad cuántos otros, y
vosotros lo sabéis, ignoran la existencia de estos prados, y cuántas criaturas,
que han salido de mis manos, y de las cuales yo conozco la existencia mientras
que vosotros la ignoráis. !No conocen ni siquiera la mano que las ha creado!
!Oh, como quisiera hacerles saber que Padre
Omnipotente soy para vosotros y como lo sería también para ellos con mis
gracias! Quisiera hacerles transcurrir una vida más dulce con mi ley. Quisiera
que fuerais a donde ellos en mi nombre y que les hablarais de mí. Sí, decidles
que tienen un Padre que, después de haberlos creado, quiere darles los tesoros
que posé. Sobre todo decid que pienso en ellos, que los amo y quiero darles la
felicidad eterna. !Ah! Os lo prometo: los hombres se convertirán más
rápidamente.
Con la publicación veo que te ha agrado el mensaje.
ResponderEliminarUn abrazo
Por cierto a partir de la imagen que quedó, del retrato que mandó hacer y que aun se conserva, de Dios Padre, he visto algunas versiones interesantes... Pero todas con barba. Según la revelación no tiene barba por no ser hombre, sólo Cristo su Único Hijo tiene ese atributo por ser Dios y Hombre verdadero. No obstante su edad no es la de un hombre mayor, anciano, etc sino de la misma edad de Cristo( una apariencia joven de 33 años, ni mayor ni menor).
ResponderEliminarSería un proyecto interesante no crees? Me gustó mucho( de verdad) en otro blog que pusiste con un proyecto algo así como que pintabas, te parabas a rezar, meditabas y seguías y poco a poco iban saliendo bien las cosas..que grandeza!
Bendiciones!
Bendiciones Pepe... gracias por tus palabras que re-leo después de unos meses y me vuelvo a emocionar.
EliminarQue tengas un verano maravilloso, Dios bendiga.