¡Buenos Días
Padre, te alabo y te bendigo, gracias por la vida!
Ayer me diste
el gran regalo de poder hablar con mi amigo Pedro, de reírnos un ratito a través
de la distancia, de disfrutar el preludio de nuestro nuevo encuentro… De emocionarnos
con una amistad que Tú mi Señor permitiste a través del ciber-espacio, solo para
el crecimiento de nuestro espíritu.
Gracias Padre
mío, por estas delicadezas que tienes para mí, quien no merece nada, y que no
sé cómo agradecerte tanto amor.
Soy tan poca
cosa Señor, no tengo palabras para decirte cuánto te amo, cuanto te agradezco,
cuan feliz me haces por hacerme sentir Tu Presencia Amorosa de Padre Creador.
Gracias desde
el alma y con todo el corazón.
Te amo.
02-11-11
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